Casa del Terror 3 (Tapachula) Gotitas de Sangre chiapaneca (R. Vicente Yannini Mejenes) Quejarse por constantes e intensos abusos de poder de un servidor público, del mal comportamiento y pésimo funcionamiento de una institución en Chiapas, parece ser un grito en el desierto. Los usuarios del CEJA (Centro Estatal de Justicia Alternativa, órgano del Tribunal de Justicia del Poder Judicial del Estado de Chiapas), nos hemos quejado una y otra vez por el “servicio” que presta esta institución cuyo objetivo es el de fomentar una cultura de dialogo y conciliación donde las partes en conflicto dirimieran sus diferencias asesorados por especialistas, obteniendo un buen trato basado en la justicia y la razón.

La convivencia entre los especialistas, notificadores y demás personal y los directivos es un verdadero desastre, un caos. Los trabajadores y colaboradores del órgano, viven diariamente una verdadera pesadilla, padecen acoso laboral, viven atemorizados por la severidad y cerrazón de la titular en Tapachula la subdirectora Nirma Elinda Espinoza Espinoza, quien elabora a diario una cantidad inusual de actas administrativas, severo extrañamiento y demás herramientas que usa como arma para someter al personal a realizar sus actividades de modo anormal, fuera de protocolo. Más de una decena de abogados que han laborado bajo la dirección de la subdirectora han tenido que solicitar su cambio a otros centros en el Estado, incluso, han tenido que recibir ayuda psicológica por crisis ocasionado por la manera conflictiva en la que desempeña su mando, liderazgo cero.

No solo es el problema al interior donde el chisme es quien reina, sino las pugnas, la grilla y la injuria entre todos para mantenerse en el cargo, so pena de ser despedidos, como también el abuso del que somos víctimas los usuarios, quienes debemos esperar horas y a veces días después de haber sido citados para firmar los acuerdos, lo cual representa una total injusticia generada por un organo enfocado justamente para ese propósito. Irónico ¿No?

Hacemos un llamado  al Magistrado Presidente, Lic. Juan Oscar Trinidad Palacios, titular del Poder Judicial del Estado, para que instruya al  Magistrado coordinador de visitadores del poder judicial para que en días próximos supervise e investigue la operación del CEJA (Centro Estatal de Justicia Alternativa) para que sean investigados la subdirectora  sobre el abuso y vejaciones cometido al personal haciéndolas víctimas por mano de la Subdirectora, quien en complicidad con Roxana de Cuesta Cruz, Karen Siu, Alejandro Guillén, violan los derechos humanos a diario de las personas q llegan a solicitar sus servicios tardando horas y hasta días esperando firmar un convenio que a veces ni se logra ejecutar.

Además, estos tres últimos sujetos, en múltiples ocasiones han servido de testigos falsos con la intención de realizar las actas administrativas y extrañamientos, ante la ausencia de testigos reales, lo cual es un DELITO, pero eso al parecer no le es importante, con tal de cumplir con su propósito de mantener amenazado al personal y asegurar su chamba. Solo basta la voluntad del Magistrado Visitador para revisar la cantidad extraordinaria de actas enviadas al Consejo para darse cuenta del nivel de liderazgo y de organización de la titular.

Juan Oscar Trinidad Palacios debe atender este reclamo que nace desde la injusticia y la violación constante de los derechos laborales y humanos. El actuar de Nirma Elida Espinoza Espinoza solo se entiende de quien está “amarrada” desde el Consejo de la Judicatura por alguien que ejerce poder sobre la Presidencia.

Como comprender a un órgano de justicia cometiendo aberraciones a los derechos laborales y humanos. Hay que comprender que al CEJA llegan personas de los municipios aledaños, gente muchísimas veces, de escasos recursos económicos, analfabetas (en algunos casos) y gente muy humilde, los cuales son sobajados por la altanería de estas personas. Este asunto es de urgente e inaplazable atención Juan Oscar Trinidad Palacios. Sugerimos que sean atendidos los otros dos Centros que padecen del mismo dolor. ¡¡¡Soplan vientos de injusticia!!!