Aún no concluye el escándalo por las irregularidades en el procesos de reconstrucción de viviendas tras los terremotos de septiembre pasado y nuevas irregularidades en otros rubros han salido a la luz pública con millonarios presupuestos que simplemente no aparecen por ningún lado, a más de medio año de la tragedia y dos meses de la liberación de recursos federales.
Se trata ahora del dinero autorizado y liberado ya para la restauración de los monumentos arqueológicos, artísticos e históricos del estado de Chiapas que resultaron con afectaciones tras los fuertes sismos. En total se contabilizaron 116 monumentos de gran valor que registraron daños en diversas proporciones, significando el cierre parcial o total de su acceso al público, así como el inevitable avance de los daños en caso de postergar la rehabilitación inmediata.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), mediante la plataforma digital “Transparencia Presupuestaria: Observatorio del Gasto”, fueron autorizados un total de 637 millones 109,571 pesos para la restauración de los monumentos afectados en la entidad chiapaneca. Y es que, los daños a edificios del patrimonio histórico, zonas arqueológicas y monumentos artísticos quedaron como cicatrices vivas evidentes de la tragedia pasada.
Torres de viejos templos cuarteadas o colapsadas, pirámides agrietadas y emblemáticos monumentos fragmentados requerían de atención urgente tras el fuerte tremor de la tierra. Por eso se convocó a restauradores y empresas dedicadas a la restauración para atender la contingencia de manera inmediata. Se solicitó iniciar los procesos mientras se autorizaban y liberaban los recursos federales correspondientes. Sin embargo, sólo se trató de simples promesas.
Han sido los mismos trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y los constructores restauradores quienes ha denunciado la situación. Muchos invirtieron bajo compromisos de confianza y hasta el momento no han recibido lo “puesto de su bolsa” para sacar adelante la primera etapa del proceso, pese a que el dinero ya está supuestamente disponible. La reparación o restauración de las afectaciones ha quedado detenida en por la falta de fluidez financiera.
Y no se requiere de mayor investigación para corroborar lo denunciado por los trabajadores y constructores restauradores. Basta caminar por las zonas afectadas para ver los edificios dañados en el completo olvido; entre cinturones de seguridad y mallas perimetrales que se degradan junto a los monumentos con el paso de los días y la indiferencia de las autoridades responsables de la reconstrucción.
Son más de 600 millones de pesos en obras que deberían estar ya en plena ejecución. Las irregularidades tras los terremotos de septiembre no dejan de sumarse una tras otras. Las tarjetas Bansefi para la reconstrucción de viviendas, el dinero correspondiente al gobierno de Chiapas y ahora el presupuesto para el rescate del patrimonio histórico son evidencia del gran fraude en el proceso para la reconstrucción integral de México después de una tragedia que no deja de “sangrar” al país… así las cosas.