José Antonio Aguilar Bodegas va propuesto por el PRD a la candidatura común, sólo falta que se cumpla el término señalado hasta el 20 de marzo para que confirmemos este hecho, no obstante, aunque el PAN todavía no ha sido claro respecto al tema hay muchas posibilidades que también respalde al tapachulteco, si esto es afirmativo, los partidos pequeños restantes tienen tres opciones, quedarse para apoyar la candidatura de Josean, salirse del frente e irse con un candidato propio o apoyar de facto al PRI-PVEM con Roberto Albores Gleason, cualquiera de las tres puede ocurrir.
La pregunta de cajón aquí es. ¿Cuál es la actitud que asumirán los líderes de los partidos pequeños: Partido Podemos Mover a Chiapas, Movimiento Ciudadano y Chiapas Unido? Pareciera que el destino del candidato común está en sus manos, pero no es así, no podemos olvidar que a pesar de que es el estado quien hizo crecer a estos partiditos, este año es decisivo para ellos así que no se descarte un amarre de supervivencia, así como pueden quedarse con josean pueden irse a apoyar a Albores Gleason.
¿Cuál es la diferencia entre uno u otro candidato? Las fricciones recientes que el aparato del poder ha tenido con la dirigencia nacional del PRI y hasta con la federación se han centrado en la imagen de Albores Gleason quien se adelantó a acaparar la alianza que a nivel nacional sostiene su partido con el PVEM.
El avance del hijo del exgobernador Roberto Albores Guillén provocó la ira de Eduardo Ramírez Aguilar, quien se encaprichó con la sucesión abanderado por el verde, y desató una pequeña crisis que ha dejado mal parado al gobierno de Chiapas con la dirigencia tricolor y con la propia federación.
Ahora bien, si nos ubicamos en el contexto actual, los seis años de este gobierno fueron las de un intenso posicionamiento a fuerza del PVEM sobre el territorio chiapaneco tradicionalmente priísta, esto habla de que la mayoría de los votos está en la alianza PRI-PVEM, no obstante la infraestructura y el control de partidos locales creados por el poder vigente pueden voltear la moneda, el cascarón lo poseen el verde y el tricolor pero los votos están en juego y tal parece que son los partidos pequeños los que marcarán la diferencia.
¿Por qué podría el elegido ser josean? Por la fobia y la diferencia que se ha acrecentado en los últimos meses entre el de palacio con el PRI, por las señales de hostilidad que ya ha enviado la federación al despedir de las delegaciones federales más importantes y con mayor recurso a los funcionarios identificados con Velasco Coello, porque tal pareciera que la interpretada traición del gobernador chiapaneco a la federación podría ser una factura que se cobraría muy caro.
¿Qué posibilidades existen de que el gobernador negocie una salida política a esta crisis con Albores Gleason y la dirigencia nacional tricolor? ¿Qué posibilidades existen que este acuerdo lo logre con José Antonio Aguilar Bodegas?
Ahí va el análisis, ambos fueron funcionarios de este gobierno, ambos salieron maltratados por el poder en vigencia, a josean le armaron un expediente, a Albores Gleason prácticamente lo echaron a patadas, existen roces por los dos lados no obstante hay una diferencia fundamental entre uno y otro.
Roberto Albores Gleason es un joven que desde su más temprana juventud tiene el soporte de la clase política del PRI más arraigada al costumbrismo caciquil de nuestra región, su padre el exgobernador Roberto Albores Guillén es uno de los pesados por experiencia y vigencia del ultraconservadurismo en el tricolor, si los dos candidatos (josean y Albores Gleason) le deben algo al gobernador está claro que el que menos le debe es el junior Albores.
Al contrario, José Antonio Aguilar Bodegas tiene más deuda con el gobernador, fue rescatado casi de la tumba política por Velasco Coello quien lo designó Secretario del Campo, Aguilar Bodegas identificado con el grupo de los Álvarez Puga es un viejo pájaro de cuentas, tiene antecedente de adversario negociante y también de hueso duro de roer, es un buen aliado, pero igual puede ser un excelente enemigo.
Hay una tercera arista que debe analizarse, para apoyar a Albores los partidos pequeños tendrán que salirse del frente con el acuerdo de la candidatura común y al agotarse los tiempos oficiales para registrar otro acuerdo deberán apoyar al tricolor por la vía fáctica, es decir, de palabra, nada oficial, además de que están obligados a registrar candidatos individuales, se les complica el panorama puesto que la única alternativa sería pedir a sus votantes no sufragar por su propio abanderado si no por Albores Gleason.
Tomando en cuenta de que esta maniobra es complicada también puede ser peligrosa porque de aplicarse la ley electoral, las decisiones fácticas de un partido político en apoyo a otro sin mediar la autoridad están penalizadas con la cancelación de registro, un riesgo que tal vez podrían animarse a correr únicamente si es necesario.
Al gobernador le conviene apoyar en estas circunstancias a un Aguilar Bodegas que seguramente estará dispuesto a negociar impunidad para la clase política actual, con Albores Gleason la cosa es distinta, los roces fueron diferentes y hay más profundidad, además de negociar con el propio candidato, el dueño de las canicas tendrá que negociar con su padre Albores Guillén, su grupo ultraconservador, y con la dirigencia nacional del PRI, el costo del berrinche de Ramírez Aguilar es muy alto, un costo que difícilmente podrá pagarse.
Es por eso que, siguiendo una lógica de supervivencia, los chiquitos deberán quedarse con josean, él es el único que podría darle batalla al PRI que por sí mismo tiene un peso específico, al contrario, si apoyan a Albores y éste llega a ocupar la silla del gobernador nadie le garantiza al poder que se cobren las afrentas pasadas, Josean es un agente negociador más fácil de manejar, y aunque nada está escrito, el balance debe inclinarse hacia los antecedentes.
El problema aquí son los votos nacionales, es decir, si el ungido es josean, el voto para la presidencia de la república no cuadraría con Meade, se pulverizara el voto y el único beneficiado tal vez sería Andrés Manuel López Obrador que si bien no es el candidato del PRD, si está más identificado con la oposición, pensar en un voto cruzado a estas alturas es jugarse el destino en un volado, algo que no está en las opciones de la federación que se juega la continuidad y el futuro de su proyecto de nación.
Quien ha desaparecido de la escena casi en su totalidad es Eduardo Ramírez Aguilar, el mismo que empujó con su actitud de capricho la crisis pre electoral, el mismo que puso en aprietos y lesionó irremediablemente la imagen del gobernador Manuel Velasco Coello ante la federación ahora mismo tendría que estarse garantizando inmunidad con una candidatura plurinominal al senado,
El autoproclamado Jaguar Negro no tiene otra alternativa, sin embargo, tozudo como ha demostrado ser, al parecer todavía se resiste, ¿Qué partido le dará el escaño en la cámara alta? No creemos que su resistencia dure mucho, tampoco ha renunciado a su filiación verde ni se ha pronunciado en otro de sus famosos amagues, al final lo veremos levantar el brazo de josean o el de Roberto Albores Gleason y cuadrarse con la federación justo lo que debió hacer desde el principio.
Así las cosas, los siguientes días serán difíciles, deberemos estar atentos a cualquier señal,
nada nuevo debajo del sol, en Chiapas las historias están condenadas a repetirse.