En la mira (Resuenan en Chiapas los ecos de desestabilización) Por Héctor EstradaHéctor Estrada

Resuenan en Chiapas los ecos de desestabilización

En Chiapas los ecos de desestabilización y provocación han resonado nuevamente en las calles de la capital donde este jueves decenas de jóvenes autodenominados  estudiantes normalistas fueron protagonistas de actos vandálicos que dejan en duda el origen legítimo de la causa que los moviliza.

Para el autor intelectual de estas manifestaciones violentas las cosas parecen ir viento en popa. Si la intención de fondo ha sido desquiciar a las autoridades y a la ciudadanía con acciones casi delincuenciales todo indica que lo está logrando.

Las formas, fuera de todo límite legal, utilizadas por los manifestantes para exigir sus peticiones han generado un inmediato rechazo social que va en incremento. Es prácticamente imposible encontrar argumentos que justifiquen sus procedimientos arbitrarios.

Los métodos de manifestación utilizados durante los últimos días cada vez están abriendo más espacio a las dudas y a las teorías “no tan descabelladas” sobre las intenciones de fondo que mueven realmente hoy a los autodenominados “normalistas chiapanecos”.

Y es que, no se necesita ser genio para detectar los procedimientos anómalos que hacen de estas manifestaciones movilizaciones muy distantes a las de las verdaderas causas estudiantiles. El secuestro de vehículos, el robo o saqueo de mercancías y la violencia contra la propia ciudadanía no tienen nada que ver con los pliegos petitorios.

Para los “mal pensados” las movilizaciones violentas de los últimos días van más allá de la asignación de plazas magisteriales directas. Su desarrollo agresivo en la capital chiapaneca parece tener un “fétido olor” a operación política, de adversarios al gobierno en turno que buscan la desestabilización.

Los procedimientos vandálicos parecen a todas luces actos kamikazes de provocación a la autoridad. Más que reclamos de oportunidades profesionales para los supuestos estudiantes, los hechos se muestran como evidentes actos de reto a la violencia y a la represión.

Es nuevamente la imagen del sector estudiantil normalista, como en Guerrero, Oaxaca, y otros tantos estados, la que está siendo utilizada como carne de cañón para fabricar víctimas y minar gobernantes bajo los argumentos de la represión o la falta de un estado de derecho.

Ese apunta ser el trasfondo, o al menos las características evidentes de las manifestaciones recientes así lo demuestran. El riesgo está latente, por lo que corresponderá a las autoridades encontrar la forma más inteligente para que las repercusiones sean las mínimas posibles.


En otros asuntos…

En torno a las licencias y renuncias de diversos funcionarios, en realidad, fueron muy pocas mujeres las que levantaron la mano para ser consideradas en el proceso electoral que se avecina. Una de ella la ex diputada y ex presidenta del Congreso del Estado, Ana Elisa López Coello,  que -dicho sea de paso- fue la primera mujer en presidir el Congreso local.

Además de fundar el Centro de Justicia para las Mujeres y las siete leyes aprobadas en favor de dicho sector durante su paso en el Congreso de Chiapas,  dicen sus allegados que dejó muy buen impresión en el Instituto de Acceso a la Información Pública al que encontró como “elefante blanco” y hoy muestra operatividad.

La primera opción para Ana Elisa López Coello será sin duda buscar la candidatura para contender por la Presidencia Municipal de San Cristóbal de las Casas, por lo que no deberá sorprender que se convierta en una de las piezas más fuertes del “Verde” en esa ciudad.