Velasco perdió la apuesta: González Martínez, no (Hoja de Apuntes) Enrique Alfaro Todo indica que las diferencias que han existido entre Manuel Velasco Coello y Jorge Emilio González Martínez, propietario de la franquicia nacional Verde, provocaron que el gobernador de Chiapas se equivocara en su apuesta por quién sería el abanderado priista a la presidencia de la república.

Celoso de compartir la confidencia presidencial, el dueño del PVEM desde hace meses se reunía y acordaba con José Antonio Meade Kuribreña, aún Secretario de Hacienda.

Conocedor de que la decisión de Enrique Peña Nieto, y con su entera venia, González Martínez discutía con Meade, desde el pasado mes de octubre, los términos de la alianza electoral de los partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista de México.

Así lo daba a conocer el destacado columnista Raymundo Riva Palacio en su columna Ayuda de Memoria, publicada el pasado 4 de noviembre:

“Los verdes ya tienen candidato. Todavía no se sabe quién será el abanderado de Peña Nieto, pero El Niño Verde ya se adelantó. González ya sostuvo sus primeras reuniones con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, para sentar las bases de una próxima alianza electoral. González no ha hecho lo mismo con nadie, aunque mantiene comunicación, pero no necesariamente una buena relación, con otro aspirante: el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. El eventual apoyo para Meade será concretado más adelante, una vez confirmado que el secretario de Hacienda será el candidato del PRI, en una alianza que conformaría con el PRI, que hasta este momento son los dos únicos partidos que están alineados, cuando menos provisionalmente, detrás de Meade. González algo debe oler en el ambiente para ser tan prematuro en sus apuestas o recibió una señal de Los Pinos, que en este tipo de avances sería el único lugar al cual escucharía.”

Así, mientras el “niño verde” se adelantaba a consolidar su alianza partidista y personal con “el elegido”, el gobernador Manuel Velasco aún jugaba a adivinar y se decantaba de manera muy obvia por Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación.

Jorge Emilio González, conocedor de la desbordada capacidad de lisonja del único mandatario estatal del PVEM, prefirió, por conveniencia e instrucción, no revelarle los designios de Los Pinos. De filtrarse la información a los gobernadores, la “cargada” hubiera sido muy obvia al grado de poner en peligro la decisión presidencial.

Mientras, Manuel Velasco se desgastaba manifestando su apoyo a Osorio Chong en cada visita que el secretario efectuaba a la entidad y mandaba a “la loba de Suchiate” a destapar a su favorito.

Evidentemente, todos los chiapanecos pagamos la equivocación de “güero” pues el trato que la Secretaría de Hacienda federal da al gobierno del estado se hace evidente en la falta de recursos públicos. Los pocos que había ya se desviaron a los bolsillos de los funcionarios y al fondo que el Verde local usará en las próximas elecciones para mantener el “voto del hambre”.

Otra circunstancia que hace evidente la equivocación en la apuesta de Velasco es el hecho de que no le permitirán poner candidato de la alianza PRI-PVEM en las próximas elecciones estatales. Si el gobernador hubiera conocido con anticipación la preferencia de Peña Nieto, de seguro hubiera construido una buena relación con Meade para que éste le permitiera decidir quién encabezara la coalición verde-tricolor en Chiapas.

Ahora, en la desesperación, el gobernador quiere romper la alianza local para que el PVEM tenga un abanderado a la gubernatura y el PRI sostenga otra candidatura. Sin embargo, la dirigencia nacional del Verde no está dispuesta a prestarse a este capricho de Velasco, quién amenaza con lanzar a su alfil apoyado por los partidos satélites Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido y los rompimientos que pueda lograr sus empleados que actualmente dirigen el PRD y PAN.

Manuel Velasco quiere engañar a su dirigencia, a la dirigencia priista y al propio abanderado tricolor con la idea de que teniendo candidaturas independientes pueden obtener más votos para la elección presidencial donde van indisolublemente aliados. “Separados en lo local sumamos más votos en lo federal” es la tesis.

Lo cierto es que la única posibilidad de que Velasco deje a un sucesor a modo es mediante esta treta de división. De ir aliados en la elección de gobernador, el candidato no será le será incondicional, lo que pone en peligro la absoluta impunidad con la que ha actuado hasta la fecha.