Vaya forma en que el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, “conmemoró” este 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, haciendo uso de la manipulación gubernamental y el condicionamiento de programas asistenciales para miles de madres solteras de escasos recursos que fueron movilizadas a fin de rellenar eventos masivos que, en casos como el de Tuxtla Gutiérrez, terminaron en tremendo zafarrancho.
La escena indignante en que miles de mujeres fueron prácticamente humilladas se suscitó este miércoles en las instalaciones de la Feria Chiapas, donde las beneficiarias del controversial programa “Bienestar, de corazón a corazón” fueron citadas para recibir el pago de su apoyo económico (de 500 pesos), como parte de las actividades organizadas por el Gobierno de Chiapas, a través la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de las Mujeres (SEDEM).
La invitación aseguraba que sería el propio gobernador quien encabezaría en el evento masivo de entrega de apoyos económicos para conmemorar el “Día Internacional de la Mujer”. Sin embargo, ni el mandatario chiapaneco, ni los apoyos se hicieron presentes conforme a lo que se había prometido.
Las mujeres movilizadas en Tuxtla Gutiérrez no sabían que se había organizado otro evento similar de manera simultánea en la ciudad de Tapachula, por si las condiciones en la capital chiapaneca no eran óptimas para el gobernador. Por eso el evento terminó por cancelarse de última hora, sin importar las horas bajo el inclemente sol que las beneficiarias habían aguardado a la espera, sin que los organizadores pensaran siquiera en facilitar agua para beber a las asistentes.
Así fue como el evento que se suponía sería una conmemoración terminó por convertirse en un zafarrancho. Los “ánimos caldeados” se convirtieron en enfrentamientos verbales entre los operadores del programa, los organizadores del evento y las beneficiarias del programa enfurecidas que terminaron por dar portazo al recinto donde se realizaría la entrega masiva del programa.
Y es que, pese a los señalamientos recientes que han acusado una y otra vez al programa de atentar contra la dignidad de las mujeres chiapanecas, el gobierno de Manuel Velasco simplemente ha hecho oídos sordos y, en evidente afrenta a la lucha por la dignificación femenina, decidió realizar su evento oficial conmemorativo del 8 de marzo con la entrega de un programa que lucra con la necesidad de miles de mujeres en la entidad.
El Gobierno de Chiapas eligió la peor forma de abordar un día tan importante para la lucha por la dignificación de las mujeres en el mundo. Lo hizo de la peor manera, acudiendo a prácticas que atentan contra la dignidad, el desarrollo y el empoderamiento que, se supone, deberían ser los principales objetivos de una dependencia como la SEDEM, convertida en la mayor antagonista gubernamental de la dignificación femenina.
Ya no hay espacio para las dudas. Los errores y afrentas imperdonables hablan por sí solos. Las hermanas De León Villard (Sasil e Itzel) deben dejar de manera inmediata la secretaría estatal a su cargo. Sus estrategias y desempeño al frente de la SEDEM erosionan aún más al de pos sí mermado gobierno de Manuel Velasco Coello que, definitivamente, ya tiene el tiempo en contra y debería rescatar al menos un poco del daño provocado a su imagen pública durante los últimos años… Así las cosas.