Organizaciones en Estados Unidos refrendan su compromiso con el Acuerdo de París Invitan a la población a unirse a la causa y firmar carta de intención

Por: Karen Janett Carranza J.

WASHINGTON, D.C. 10  de julio de 2017.- Desde la declaración del Presidente Trump para retirar a los Estados Unidos del Acuerdo de París, organizaciones de defensa ambiental, científicas, sociales, así como empresarios y gobiernos estatales, se han unido para dar a conocer al mundo que sin importar las decisiones políticas respecto a este asunto, el compromiso para cumplir con las metas y recomendaciones de este instrumento internacional sigue vigente.

En ese sentido el ‘Center for American Progress’ y ‘Chispa’ -organizaciones enfocadas en el cuidado y protección de los recursos naturales-  se han vuelto dos de los principales impulsores del movimiento ‘Sigo en París’, lanzado el pasado 30 de junio.

A este movimiento se han unido otras 60 organizaciones de diversa naturaleza, a través de la plataforma http://sigoenparis.org/,  mediante la cual cualquier persona puede sumarse de manera voluntaria para refrendar de manera individual y a la vez colectiva, su compromiso para combatir el cambio climático y alcanzar las metas sugeridas para este país.

El Acuerdo de París es un instrumento de Política Ambiental Internacional firmado en el 2015 por las naciones que integran la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas, y refrendado por la mayoría de ellas en el 2016. La finalidad de éste es crear una sinergia entre los países participantes para impulsar políticas de regulación de actividades humanas -ya sea industriales o de uso de recursos naturales- que permitan llevar a cabo acciones de combate y mitigación del cambio climático como la regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estados Unidos es el segundo generadora escala global de emisiones de contaminación por estos gases. Los esfuerzos por llegar a este acuerdo, tomaron más de 18 años de negociaciones, por ello la relevancia del mismo.

El movimiento ‘Sigo en París’, surge de manera oportuna ante una necesidad evidente de seguir impulsando políticas ambientales que protejan la salud de los norteamericanos, así como una respuesta contundente a la falta de compromiso político del Presidente Trump para combatir el cambio climático.

El pasado 8 de julio, durante la reunión en Alemania del grupo de los G20, países como Rusia reconocieron que el Cambio Climático es un asunto de mayor importancia y algunos -aunque comprendieron las acciones proteccionistas de Trump hacia la economía norteamericana- no las justificaron. Por ejemplo, Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, recalcó que “el crecimiento económico fuerte y la protección ambiental pueden ir de la mano”.

Por su parte, la canciller de Alemania, Ángela Merkel cerró la cumbre con una reprimenda hacia los Estados Unidos por abandonar la Cumbre de Cambio Climático y afirmó que los 19 miembros que forman parte de este grupo, seguirán firmes ante los acuerdos de la misma. 

En una publicación de CNN, resaltan declaraciones como la de Theresa May, Primera Ministra del Reino Unido, quien señaló que está consternada por la postura de los Estados Unidos y pidió al presidente Trump “reconsiderarla”.  

En otras opiniones, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, manifestó que: “Aun cuando los Estados Unidos se retirarán, están preparados para seguir ahora con estos tipos de discusiones en la materia”.

Antes de declinar, Estados Unidos se había posicionado como país líder en el impulso de iniciativas contra este fenómeno a través del desarrollo de tecnologías limpias y el refuerzo de políticas para el cuidado ambiental. Dicho desarrollo de tecnologías limpias y renovables, es un ejemplo del tipo de proyectos que se han fomentado durante los últimos años en el país y que además crean empleos 12 veces más rápido que las inversiones tradicionales.

El cambio climático es un problema ambiental que afecta cada rincón del planeta y del que el 78% de la población de madres y/o abuelas del país están preocupadas, de acuerdo con los resultados de una encuesta realizada y publicada por la organización ‘Moms Clean Air Force’. Esta encuesta revela además que dos tercios de la población de mujeres que son madres y/o abuelas, creen que “es tiempo de dejar de jugar a la política y hacer el trabajo cuando se trata de cambio climático, aire y agua limpios.” De las 804 mujeres entrevistadas a lo largo del país, 61% de las que se identifican como ‘conservadoras’ mostraron una postura de total acuerdo ante esta idea.

De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad de Yale en el 2015, en una relación por encima de 5 a 1, los votantes de los Estados Unidos creen que el país debe participar dentro del Acuerdo de París. Reflejado en porcentajes, 69% de los votantes apoya esta política internacional, en relación con el 13% que no está de acuerdo con ello. Por ello la importancia del movimiento ‘Sigo en París’, que busca formalizar el apoyo de la mayoría de la población norteamericana al Acuerdo de París.

Para unirse a este movimiento, se requiere firmar de manera electrónica una carta a través de la plataforma http://sigoenparis.org/, donde los interesados adquieren los siguientes compromisos:  

Reducir mis propias emisiones de carbono y hacer mi parte por medio de acciones diarias, como usar transporte público o compartir autos con otras personas, hacer que mi vivienda sea más eficiente energéticamente, cambiar la electricidad en mi hogar a fuentes renovables, y limitar el desperdicio de alimentos.

Apoyar a los estados, ciudades, empresas, inversionistas, universidades y otras instituciones emprendiendo acciones fuertes a favor del clima y demostrarle al mundo que Estados Unidos sigue trabajando para cumplir con el Acuerdo de París – y hacer un llamado para que más entidades se unan al esfuerzo.

Exigirle al Presidente Trump que mantenga a Estados Unidos en el Acuerdo de París y proteja las garantías federales para nuestra salud y el medio ambiente, contra recortes de presupuesto o su desmantelamiento regulatorio.

Hacer un llamado al Congreso para que exija cuentas a los contaminadores y se oponga a cualquier esfuerzo que debilite las protecciones del medio ambiente y las políticas climáticas que protegen nuestra salud y nuestro bienestar.