continúa con la contaminación de suelos, además de que ha comenzado por exterminar a cientos de aves de rapiña que pululan en los basureros, cuyos cuerpos putrefactos son también altamente nocivos para la salud de la población.

Durante un recorrido realizado por todo el lecho del Arroyo “Lacandón”, que atraviesa el predio San Martín Mujular, propiedad de Héctor Montesinos Cano; organizaciones civiles y periodistas de distintos medios informativos, pudieron constatar que hasta el momento no ha habido ningún avance para detener y sancionar a Proactiva por la contaminación que provoca, a pesar de que tanto el titular de la Secretaría del Medio Ambiente Carlos Morales; y Jorge Constantino Kanter, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en Chiapas (Profepa), han aseverado en sus respectivas declaraciones que “están actuando para resolver la problemática”.

Durante la “caminata de inspección” que se prolongó durante varias horas a campo traviesa, el propietario del predio afectado estuvo acompañado por Marco Antonio Penagos Villar, geofísico y agremiado de la Asociación Civil “Creciendo Juntos Chiapas”; Isaura Magdalena Flores Flores, integrante de “Chiapanecos en Defensa del Agua”; Francisco Gordillo, de “Todos Somos Tuxtla”; así como integrantes de la Asociación de Mujeres Evangélicas y Campesinas de Chiapas (Amecch),

Todos ellos fueron testigos de la gran cantidad de basura acumulada en el lecho del arroyo (ahora seco), la cual fue arrastrada durante las pasadas lluvias desde el relleno sanitario que la empresa Proactiva opera en la parte alta de esa montaña, además de que se localizaron infinidad de aves de rapiña (zopilotes) muertos, debido a que la misma empresa está eliminando a esos animales utilizando un poderoso veneno que vierten en residuos de alimento que al ser devorados por las aves, les provoca la muerte, pero al ir volando, caen en distintas partes, calles, montes y colonias aledañas, donde sus cuerpos se descomponen y podrían provocar serios transtornos en la salud de las personas que viven en las inmediaciones.

El primer recorrido se realizó hasta llegar al sitio donde se localiza “El ojo de agua” o la vertiente del arroyo “Lacandón”, donde se tomaron muestras del agua contaminada con lixiviados y heces, las cuales serán enviadas a laboratorios especializados y universidades locales para ser analizadas y así obtener un diagnóstico profesional sobre el alto riesgo de las sustancias que contienen.

Fue al llegar a la parte donde colinda el predio “El Mujular” con los terrenos supuestamente clausurados de la empresa Proactiva, que se pudo atestiguar cómo con toda impunidad, empleados de la empresa, utilizando una pipa-cisterna de aproximadamente 30 mil litros de capacidad, derramaban todo el lixiviado a campo abierto, sin que nadie pudiera impedirlo; además se pudo observar cómo la misma empresa ha colocado sobre el suelo, una especie de membranas de polyetileno utilizados como canales para que los lixiviados escurran hacia las partes bajas de esas laderas.

Los asistentes, representantes de organizaciones civiles y familiares del propietario del predio, calificaron de irresponsable la actitud de la empresa, así como de las autoridades ambientales, ya que a pesar de que el tiradero ya fue presuntamente clausurado, este continúa recibiendo deshechos y la contaminación es cada vez más riesgosa, y coincidieron en demandar que se emitan las más altas sanciones para evitar que la ecología y el medio ambiente de toda esa zona se siga dañando.

 

 PROACTIVA, un peligro para el medio ambiente